Y EL ME DIJO: SIGUE CAMINANDO…
… Y ella, es la reina, de los
desiertos…
Se arrastra sobre las piedras de los
sepulcros
Mira los huesos de los hombres muertos
Abre sus fauces y saca su lengua
bípeda
Y escupe su veneno, y les da vida,
como serpientes…
Camine,
camine, desnudo y descalzo, por todos los caminos de la tierra, y tuve sed, y
me acerque a las orillas del mar, y bebí todas sus aguas, y tuve más sed…
Navegue,
navegue, vestido y calzado, por todas las olas del mar, y tuve hambre, y me
aleje a los limites del cielo, y comí todas sus nubes, y tuve más hambre…
Volé,
volé, ala y pluma, por todos los panoramas de los empíreos, y tuve nido, y me
pose en las ramas de los árboles, y tejí todas sus hojas, y tuve más nidos…
Y
seguí, andando, y seguí atravesando y seguí apresurando…
Los
senderos, los piélagos, y los aires…
Y
me ví reflejado en los ojos de una bandada de albatros…
Y
no tenía piquito, alas, patitas y cola…
Y
caí, en el abismo, silente y gélido de los espacios…
Oscuros
y misteriosos como los úteros de una mujer…
Y
tuve debilidad, duda, temor, y grite a los oídos de Dios…
Y
Dios voltea, y me ve, y la palabra de sus labios, me dice:…
“Ten
fuerza, confianza, valor, y seguí caminando por aquellas tierras lejanas
semejantes a las estrellas de sus cabellos, y llegue a las orillas del mar
infinito de su alma
y
descanse en el efluvio de sus arenas, y ví volar en el cielo, una gaviota. Y en
los ojos de la gaviota contemple y observe los espejos de los tiempos del
mundo: “…
…Y una mariposa,
Pintaba en el cielo
Los gladiolos
Y el trinar de los pájaros…
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