Me gusta mirar con los anteojos de David
El racimo colgado en la rama de la vid
Comer su fruto natural de la mañana
Al jardín de mi ventana ser una burbujita
De vino en tu cantarito de piedra
Y descansar en la hamaca de mamá.
Mirar, tus ojos de borgoña
Y tus labios de besos italianos
Embriagar, el cielo, con la lluvia Loretana
A los cabellos rizos de las blancas nubes
Y volver a retoñar en un capullo florido de vicuña.
Jugar, con los gatos, y los perros, en el jardín
De tus sueños de niña
Y ser feliz como una mariposa
En el aire revolotea un ramo de magnolia
A la dulce miel de las abejas en tus pétalos
De dalia, es un ave del paraíso
Posado en un beso de un arbolito de cerezo
Mueve su cabeza y descubre sus ojos azules
Como el cielo, y su piquito al trino
De las alas amarillas de ruiseñor...
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